Airbnbig bang
El universo Airbnb se está expandiendo de forma ambiciosa según se ha anunciado la semana pasada en el Airbnb Open, un macro-evento mitad feria que celebra la economía colaborativa, mitad conferencia corporativa, donde se presentaban las novedades de la compañía para el futuro cercano.
A partir de ahora la multinacional americana se considera a sí misma una super marca del sector de los viajes que no se limita a ofrecer alojamiento sino que entra en otros segmentos del turismo con nuevos servicios.
Estas son las líneas de negocio diferentes que van a incluirse en su web que quiere convertirse en la plataforma de referencia para todo lo relacionado con el turismo «colaborativo»:
Alojamientos
Es la parte del alojamiento turístico a la que hasta ahora se ha venido dedicando la compañía que se va a ir sofisticando con la inclusión de servicios a domicilio que el huésped podrá pedir durante su estancia como reservas de coches o transporte, comida o ropa.
Vuelos
Es una línea de negocio todavía incipiente pero que se quiere desarrollar en el futuro para ofrecer la posibilidad de reservar vuelos a través de la plataforma que se asociará en colaboraciones con líneas aéreas.
Destinos
Son guías online del lugar hechas con la participación de los propios anfitriones locales. Aquí se incluyen recomendaciones para descubrir a fondo la ciudad entre ellas restaurantes, que en un futuro se podrán reservar a través de la plataforma. Esta sección también contará con una función que ayudará a organizar y buscar «quedadas» o eventos para conocerse entre los usuarios de Airbnb que se encuentran en la ciudad.
Experiencias
Es probablemente la mayor novedad que se presenta ahora en la cual Airbnb lleva trabajando un par de años con experimentos esporádicos hasta que la ha lanzado. Se trata de actividades y rutas que organizan los anfitriones donde ellos mismos tienen el papel de guías y acompañan a los visitantes que buscan una experiencia local auténtica. El contenido de las rutas puede ser muy variado: desde entrenar en japón con un luchador de Sumo a recorrer con un especialista las perfumerías de París.
Se trata de rutas y actividades organizadas que se salen de la típica oferta de autobuses llenos de gente y visitas a monumentos en grupo del turismo generalista, expuestas para atraer a la generación millennial. El usuario puede navegar por una carta de actividades que vienen presentadas con carteles vintage de películas a modo de un Netflix donde lo que estás eligiendo es una experiencia. Cada actividad viene explicada con un pequeño trailer o un retrato de un par de minutos en vídeo que la resume o que presenta al anfitrión.
Airbnb cobrará una comisión del 20% por cada experiencia que se reserve y para ser el anfitrión/guía en una de ellas no será necesario estar alquilando un apartamento o habitación también con ellos.
El proceso de admisión de estas experiencias va a ser mas estricto que el de subir un alojamiento y se va a adoptar un enfoque de «producto escogido a mano» o «contenido curado». Al contrario que en Homes donde prácticamente cualquiera puede subir su piso a la plataforma sin apenas requisitos, en el caso de Trips, los candidatos tendrán que pasar por un protocolo de examen para verificar su identidad, su experiencia y sus cualificaciones. Posiblemente se quiere impedir así que la oferta se llene de rutas a pie por la ciudad que se parecen mucho unas a otras y que pueden hacer tediosa para el usuario la navegación para descubrir cosas nuevas. También seguramente se quiere mantener cierto control para evitar las actividades mas conflictivas.
El programa Trips también quiere tener una vertiente comprometida donde se anima a organizaciones sin ánimo de lucro a organizar actividades y rutas que tengan un impacto social.
De momento Trips se ha anunciado para unas pocas ciudades iniciales a las que se unirán Madrid y Barcelona en el primer trimestre de 2017. Sin embargo Airbnb ha comprado reciente mente Trip4real una empresa de Barcelona que se dedica precisamente a ésto y que si que ofrece actividades en estas ciudades. Es probable que la oferta de Trip4real acabe integrándose en la plataforma principal.
Experiencias locales, batallas normativas y salida a bolsa
Airbnb se encuentra en medio de una agitada batalla en muchas ciudades por la regulación de la actividad de alquiler turístico y resulta curioso que todavía le queden ganas para meterse en una nueva aventura que, previsiblemente, le va a generar más fricciones y problemas.
Ya veréis que gracia les va a hacer a los vecinos de la Barceloneta, que no le tienen mucha simpatía a Airbnb, cuando se enteren de que, además de apartamentos en su barrio muchos de ellos ilegales, ahora van a ofrecer la posibilidad de que se hagan cenas o conciertos privados para turistas en terrazas y salas de estar.
El abanico de experiencias locales que pueden ofrecerse a través de Trips es muy variado y las normativas que pueden incumplir los anfitriones son muchas (desde permisos de guía turístico a medidas de seguridad de todo tipo). No es lo mismo la responsabilidad que se tiene alquilando un apartamento turístico que llevando a gente en bicicleta de montaña o haciéndoles una comida en un barco en alta mar.
Una explicación de por que Airbnb está arriesgándose a aumentar sus problemas normativos y asumiendo más riesgos y responsabilidades es que se trata de una estrategia que tiene que ver con una cercana salida a bolsa. Es posible que estén viendo que pronto van a llegar aun techo en el mercado del alojamiento y que quieran demostrar que tienen posibilidades de crecimiento en otras áreas que le hagan atractiva para los inversores.
Living la vida local
Desde hace tiempo Airbnb viene explotando el cliché de «vivir como la gente del lugar» y ha intensificado su mensaje en esa línea en los últimos meses con su campaña «Dont go there, live there».
Con su nueva expansión, da un paso más en promover un tipo de turismo inmersivo y experiencial, del que solemos hablar en este blog como una alternativa al turismo de masas. Sin embargo con su comportamiento descontrolado Airbnb está causando mucho malestar en las comunidades locales donde se implanta. Es curioso observar como, a la vez que la compañía vende lo local como idea de autenticidad, mucha gente local la rechaza por los efectos dañinos que está provocando en sus vecindarios.
Que las experiencias locales sean controladas por un gigante internacional como Airbnb es una idea inquietante para alguien como yo que vive en una ciudad que es uno de los sus mercados importantes y que ha visto como se las gasta.
Hay pendiente una interesante discusión acerca de los límites entre lo que es cultura y lo que es mercado. Hay grandes compañías globales que quieren que se les identifique con los rasgos de autenticidad de la cultura local y de esa forma diferenciarse de sus competidores y tener una ventaja frente a ellos. ¿Que pasa cuando estas estrategias, que de alguna manera mercantilizan la cultura local, se llevan a cavo por parte de grandes corporaciones globales con programas de alcance masivo como Trips?
Pronto más artículos sobre esta cuestión que me interesa especialmente.